me mandas esto y yo pienso….digo….
sufre una madre cuando lo pare, sufre cuando ve que se cae y sufre, cuando lo va a perder.
La pasión de una madre sobrepasa límites insospechados que a veces chocan con las normas y lo que entendemos por normal y esta es una de las grandes tareas.
Hablan de dejar fluir la vida cuando somos incapaces de dejar morir a un hijo que clama desde su dolor. Quién lo escucha, quién ayuda en ese momento. ¿Dónde estamos, dónde están esos que dicen saberlo todo, esos que juzgan, que critican que alardean de conocimiento imparcial?
Comienzan los chantajes, las amenazas, las lágrimas, los llantos inconsolables que nos muestran hasta qué punto llega la desesperanza, hasta que punto de locura nos arrastra la cabeza en este caminar de locuras varias.
Me dicen que he de soltar la mano y dejar que caiga al precipicio.Lo sé- se lo dije la última vez-:» no más»; pero aquí estoy, implorando al cielo para que la vida de paso a un milagro, implorando para que mi sueño se haga realidad, implorando para tener un poco más de fuerza, para aguantarlo entre mis manos…implorando a quien no puede más.
He de preguntar a todos esos sabios cuál es para ellos el camino correcto, pero, no les pregunto que me digan qué harían como madre, como padre, sino qué necesitarían como hijo descarriado que soy para no desesperar.
Gritaría al mundo y a esta hipócrita sociedad preguntándole que cómo pediría, que qué me demandaría a mí si yo fuera su madre y él o ella mi hijo o hija.
Todos sabemos de las frases correctas cuando estamos viendo la escena, nos erigimos como jueces sin piedad pero sin darnos cuenta que en esta vida , hay muchas curvas , muchas vueltas y muchos cambios de sentido.
Me callo ante la pregunta, me retiro a no se sabe qué rincón de mi interior, sólo para poder ver el dolor que siente mi amiga, solo para ver el dolor que como madre siento yo y clamo en ese grito comunitario pidiendo templanza, atine y sobre todo VALOR.
¡un abrazo!
que la música te acompañe:
Josu Jon 