Tras casi más de un año, recorro palabras y sueños que dejé más que aparcados, para encontrar entre ellos frases inacabadas, sueños abandonados y sobre todo… una película que no pude ver pero de la que me han hablado.
Como en ella sentí que aquella tarde no apareciste,
sentí que te esperé y nunca llegaste
lloré al perderte y…
la vida me vuelve a mostrarte.
Ya no puedo recorrer tu cuerpo
porque ya no es mío
ya no puedo soñarte en silencio
porque hacerlo es sinónimo de prohibido.
Ya no me dejaré rodear de besos
porque ya no son los míos.
Volveré al banco del parque para susurrarte desde lejos,
junto a una tostada buscaré tu sombra y con ella aquel recuerdo
para soñar que tus dedos se entrelazan con los míos
para bucear en las pupilas de tus recuerdos
y avanzando por tus venas…
volver a calentarme al calor de tu corazón.
Del corazón en intimidad compartido,
ese corazón que se infló de besos y sonrisas,
ese corazón que acompañó y llegó a sentir el mío.
Ese corazón que resucitó de leños quemados …
corazón acompañado.